Su Inauguración
El órgano de Colmenar de Oreja
Gerhard Grenzing - 07/11/2009
El 11 de noviembre de 2009, se inaugura en la Iglesia de Santa María la Mayor de Colmenar de Oreja, un nuevo órgano de Gerhard Grenzing con un concierto a cargo de Roberto Fresco, organista titular de la Catedral de la Almudena de Madrid cuyo órgano es también de Grenzing.
El propio constructor nos hace aquí una valoración del nuevo órgano
Castilla históricamente ha tenido una elevada cultura de órganos. Su posición geográfica en torno a la Corte y los amplios vínculos políticos desde allí desarrollados han favorecido la presencia desde el siglo XV de organeros flamencos, franceses, etc. que junto con los artesanos locales formaron una escuela con un marcado estilo propio y diferenciado del resto de las zonas europeas.
En la Comunidad de Madrid, lamentablemente, una gran parte del tesoro histórico ha desaparecido, especialmente durante la guerra civil, y es en las últimas décadas cuando empieza la recuperación de esta cultura y de su ambiente musical. Ese ha sido el caso de Colmenar de Oreja, donde está documentada la presencia del órgano hasta 1936.
La recuperación del instrumento no había de enfocarse como la reconstrucción de una réplica de un instrumento histórico, opción posiblemente incoherente cuando en otras zonas existen interesantes instrumentos de estas características, sino como un reflejo de la evolución de los últimos siglos de la organería no únicamente en Madrid, sino a nivel internacional
El 11 de noviembre de 2009, se inaugura en la Iglesia de Santa María la Mayor de Colmenar de Oreja, un nuevo órgano de Gerhard Grenzing con un concierto a cargo de Roberto Fresco, organista titular de la Catedral de la Almudena de Madrid cuyo órgano es también de Grenzing.
El propio constructor nos hace aquí una valoración del nuevo órgano
Castilla históricamente ha tenido una elevada cultura de órganos. Su posición geográfica en torno a la Corte y los amplios vínculos políticos desde allí desarrollados han favorecido la presencia desde el siglo XV de organeros flamencos, franceses, etc. que junto con los artesanos locales formaron una escuela con un marcado estilo propio y diferenciado del resto de las zonas europeas.
En la Comunidad de Madrid, lamentablemente, una gran parte del tesoro histórico ha desaparecido, especialmente durante la guerra civil, y es en las últimas décadas cuando empieza la recuperación de esta cultura y de su ambiente musical. Ese ha sido el caso de Colmenar de Oreja, donde está documentada la presencia del órgano hasta 1936.
La recuperación del instrumento no había de enfocarse como la reconstrucción de una réplica de un instrumento histórico, opción posiblemente incoherente cuando en otras zonas existen interesantes instrumentos de estas características, sino como un reflejo de la evolución de los últimos siglos de la organería no únicamente en Madrid, sino a nivel internacional
Esta filosofía de investigación e innovación se refleja en el nuevo órgano de Colmenar de Oreja. Así por ejemplo incorpora un programador de grabación con más de 5.000 combinaciones libres, una mecánica ligera, precisa y segura, etc.
El mueble se ha construido enteramente con madera de roble de alta calidad.
El mueble se ha construido enteramente con madera de roble de alta calidad.
La acústica del templo ha exigido una construcción exquisita de los tubos, un viento vivo para favorecer un sonido cálido y una armonización de mucha calidad para llenar con energía el gran espacio del templo, aunque éste estuviera totalmente ocupado, e igualmente delicado y preciso en la larga acústica.
Para llegar a esta meta son imprescindibles la elaboración de tubos de muy alta calidad, aleaciones ricas, una previsión en cálculos y ensayos laboriosos de las medadas y presiones, y finalmente una armonización artística generosa y enérgica, basado en múltiples ensayos y experiencias previas a través de nuestras investigaciones de muchos años en varios continentes.
Como resumen, creemos que realizar un órgano para la iglesia de Colmenar de Oreja ha significado un reto muy importante para todo el equipo de 20 personas que ha trabajado en él, consciente del compromiso de recuperar un instrumento musical, litúrgico, y una obra de arte, muestra de la recuperación musical y sensibilidad de nuestra época que podrá perdurar a través de los siglos.
Para llegar a esta meta son imprescindibles la elaboración de tubos de muy alta calidad, aleaciones ricas, una previsión en cálculos y ensayos laboriosos de las medadas y presiones, y finalmente una armonización artística generosa y enérgica, basado en múltiples ensayos y experiencias previas a través de nuestras investigaciones de muchos años en varios continentes.
Como resumen, creemos que realizar un órgano para la iglesia de Colmenar de Oreja ha significado un reto muy importante para todo el equipo de 20 personas que ha trabajado en él, consciente del compromiso de recuperar un instrumento musical, litúrgico, y una obra de arte, muestra de la recuperación musical y sensibilidad de nuestra época que podrá perdurar a través de los siglos.